A Monchi le gusta escribir poemas, pasar tiempo con su primo Dreamer y contarle historias a su tío Rogelio. Un día, un miembro de la pandilla local le dice que es hora de unirse, “Pero primero tienes que demostrar lo que vales”.

Monchi tiene miedo, pero está emocionado. Escribe su nombre en la pared de la escuela, roba una bicicleta y compra un cuchillo. Los niños mayores le dan un apretón de manos, las niñas le hablan e incluso los maestros le tienen miedo. Pero cuando un evento trágico lo cambia todo, Monchi debe tomar una decisión muy importante.