Mientras Oso duerme tranquilamente su siesta bajo un panal, todos los animales que pasan lo despiertan y le piden que les alcance la miel para comer un poco. Oso, enojado porque no lo dejan dormir, no le da miel a ninguno. Sólo un pequeño ratón, gracias a sus buenos modales, logra conseguir un poco de la deliciosa miel.
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