A Tonia le encanta escuchar las historias que le cuenta su abuela sobre su niñez. Cuando su abuela recuerda haber plantado una huerta “en mi propio terreno”, Tonia desea poder tener su propia huerta. Su edificio de apartamentos está rodeado de cemento, pero la abuela le recuerda que solo se necesita una pequeña porción de tierra para cultivar tomates, calabazas o incluso zanahorias. ¡Y pronto se ingenia un plan!