La mamá de René le envió un par de zapatos nuevos desde Estados Unidos. A él le encantan sus zapatos nuevos. “Caminan por donde yo camino. Saltan cada vez que yo salto. Corren tan rápido como yo. Siempre cruzamos la línea de meta al mismo tiempo”. René, con sus zapatos nuevos, y su padre emprenden el largo viaje para encontrarse con su madre en Estados Unidos. Se despide de sus amigos en El Salvador y “Uno, dos, tres, mis zapatos y yo estamos listos para partir”.