Mickey Rangel, el niño detective, acaba de salir del autobús escolar una tarde calurosa cuando escucha un chillido espeluznante. Viene de la casa de su siniestra vecina, la señorita Andrade, conocida como La Bruja por todos los niños del barrio. “Mis limones, Mickey, mis limones premiados. No están. Se los han llevado todos”. El árbol estaba cubierto lleno esa misma mañana, pero Mickey puede ver que es verdad: no hay un solo limón. ¿Quién podría haber robado varios sacos llenos de limones? ¿Es una coincidencia que Tina hubiera instalado un puesto de limonada al final de la calle? ¿O podría haber sido alguien tratando de sabotear la entrada de la Señorita Andrade en el próximo Festival anual del limón y exhibición de bicicletas Lowrider? “Llegaré al fondo de esto, señora. Mickey Rangel está en el caso”.