En Tumaco no hay canchas, no hay guayos y en ocasiones no hay balones. Lo que sí hay son niños con ganas de jugar al fútbol. Cuando el deseo es más fuerte, se pueden romper barreras y patear los sueños tan lejos como cada uno quiera.
tiempo de lectura
35 min
Todos los derechos reservados. Consulta nuestros Términos y condiciones y Política de privacidad.