Una pintura que cobra vida y las diversas formas en que cada persona afronta la muerte de un hijo, constituyen el tema central de este hermoso cuento. El pequeño Borja llega al campo a pasar las vacaciones con su tía Enriqueta, viuda sin hijos que vive con dos criados. En esta casa, Borja vivirá momentos mágicos gracias a una pintura inconclusa, la que terminará con el apoyo de dos amigos y que ayudará a su tía a recobrar el interés por la vida.